Hola ¿Cómo están? Como verán, hace
bastante tiempo que no escribo para este blog, y la verdad no es por falta de
ideas. Tampoco es que no tenga tiempo, o acceso a internet. Sin embargo, no he
escrito ni para el blog, ni he avanzado en mis proyectos de escritura.
¿Significa que estoy bloqueado?
Eso pensaba, porque era encender la
computadora y abrir el Word, para que todas mis ganas de escribir
desaparecieran. Probé hacerlo en la noche y levantándome temprano, antes de ir
a trabajar, pero nada. He aquí que el otro día estaba leyendo un artículo de un
blog, donde hablaban sobre la inspiración, y abajo encontré un comentario de
una suscriptora que me quedó más grabado en la mente que el artículo en sí. En
el comentario, ella decía que la mayoría de las personas que empiezan a
escribir, escriben solo cuando están inspirados y el resto del tiempo abren Facebook,
Twitter o cualquiera de las famosas redes sociales y se quejan de que están
bloqueados. Para ella, eso no era estar bloqueados, sino estar distraídos.
Leer ese comentario movió un
engranaje que estaba oxidado en mi cabeza. Sabía que era cierto, aun antes de
verlo plasmado en palabras. Se desde hace años que es inútil esperar a que te
llegue la inspiración antes de escribir, y que, si esta llega, será después de
que te hallas puesto a escribir por voluntad propia. Y también sabía que no
estaba bloqueado, sino que mi dificultad para sentarme a escribir era culpa de
distracciones.
Uno de los problemas más grandes cuando
te decides a ser escritor, es encontrar la manera de vencer la resistencia a
escribir. Suena loco, pero es cierto. Aunque escribir es placentero, también
cuesta trabajo, y la mente humana trata de evitar todo aquello que le exige
gastar energías. ¿Por qué sentarme a escribir en Word, si a dos clicks tengo
una carpeta llena de películas que podría mirar? Aunque mi computadora no tiene
internet, está llena a rebosar de películas, videos musicales y juegos. No soy
muy fan de los juegos, pero sí de las películas y la música, y es solo encender
la computadora para que el ratón vaya a plantarse encima de la carpeta que las
contiene.
En otras palabras, llegue a la
conclusión de que la computadora me está distrayendo.
Soy el primero en admitir que es una
herramienta vital si quieres ser escritor en el mundo de hoy, y de hecho fue la
razón por la que me compré una computadora en primer lugar. Yo antes escribía
con lápiz y papel, y antes de escribir dibujaba comics, por lo cual nunca fui
muy adicto al mundo de las computadoras. Lo que me atraía, era la posibilidad
de editar los textos con mayor facilidad, además del hecho de que quedan más
prolijos. No obstante, creo que llegó el tiempo de volver a mis orígenes. No
voy a abandonar la escritura digital, sino que tengo planeado escribir parte a
mano y editar después en la computadora, aunque no será la única medida que
tomaré.
Quiero establecer metas de
escrituras que tratare de tomar lo más enserio posible. Tampoco descarto volver
a usar algunas de las técnicas que me ayudaron a escribir mi primera novela,
como escribir con cronometro. Esta última la leí en un blog que se llama Escribe
Romántica (Click aquí para ver la página), y consiste en escribir en
periodos de hasta veinte minutos, y descansar por cinco minutos. Los tiempos
deben ser estrictamente respetados, y créanme que funciona. La razón por la
cual la abandoné, es que llegaba a un punto en que mi concentración al escribir
era tal, que me costaba abandonar el mundo de la historia para tomarme un
descanso.
Hasta aquí el articulo de hoy. Lo
más irónico de él, es que me sirvió de herramienta para probar el punto de que
estoy distraído, puesto que, aunque tenía una idea vaga de lo que quería
hablar, no me sentía “inspirado”. Fue cuestión de hacer frente a la resistencia
mental y a las dos oraciones ya estaba escribiendo fluido. La calidad es tema
aparte (je,je,je).
¿Les gustaría que publique cuales
serán mis metas? Comenten y, si les gustó el post, compártanlo. También pueden
seguirme en Google+ y en Facebook. Los botones están a la derecha ¡Nos vemos!
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