Hola ¿Cómo están? El viernes pasado les compartí un post llamado El reto, donde les mostré libros que pretendo leer este mes (Pueden verlo aquí), y quiero aprovechar para hacer una reseña de cada uno. Hoy le toca a Alicia en el país de las maravillas, y a Alicia a través del espejo, ambos de Lewis Carroll.
Estos libros los había
leído hace años. Entonces los pedí en la biblioteca del liceo
(escuela secundaria), y recuerdo que el segundo me gustó más que el
primero. Ahora puedo decirles que ambos me gustaron por igual.
Alicia en el país
de las maravillas,
habla de Alicia, una niña que, persiguiendo a un conejo a través de
una pradera, se cae por una madriguera y aparece en un país extraño.
Ahí, ella se encuentra con personajes bastante particulares y vive
varias aventuras. Alicia
a través del espejo,
que es la continuación, cuenta las aventuras que vivió Alicia
cuando atravesó un espejo del salón de su casa.
Tanto un libro como el
otro, están cargados de situaciones absurdas, y representan un
festín para los amantes de la fantasía. Si tuviera que
diferenciarlos, diría que Alicia
a través del espejo
es más sombrío. O al menos se pintó así en mi imaginación. La
primera vez que lo leí, también le encontré más sentido que a
Alicia
en el país de las maravillas,
pero la verdad es que ambas historias son muy locas, así que me
parece un disparate afirmarlo.
Lo que está genial, es
que se pintan como un cuento infantil: inocente, poco más que una
diversión pasajera. Sin embargo, representan una crítica a la
sociedad de la época en que fueron publicados, y muestran, además,
algo de las teorías matemáticas que el propio autor planteaba. Este
fue un eminente matemático y se interesó por el arte de la
fotografía, en el cual se lo considera un pionero.
Charles Lutwigde
Dodgson,
nombre real de Lewis
Carroll,
nació Inglaterra el 27 de enero de 1832 y murió el 14 de enero de
1898, pocos días antes de cumplir los 66 años, por lo que su vida
transcurrió durante la Época
Victoriana.
Esta época, que toma el nombre de la monarca Victoria
I,
es conocida como la más prospera y estable de la historia de
Inglaterra. Entonces, existían dos clases sociales bien
diferenciadas: la clase alta y la clase trabajadora. Formar parte de
una u otra dependía exclusivamente del nacimiento. Uno no podía
nacer pobre y pretender ascender. Directamente no se aceptaba.
La clase alta respetaba
reglas sociales muy estrictas, y estaba prohibida la expresión libre
de los sentimientos. Al que no seguía estos preceptos al pie de la
letra, o era distinto, se lo despreciaba en el modo más terminante.
Dodgson era tartamudo, y
escribía con la mano izquierda, “fallas” que debía atenuar para
ser aceptado por el resto. El hecho de ser diferente, provocó que se
obsesionara con todo lo que era extravagante o poco aceptado. Esto
explica la obsesión de Alicia por lo que había al otro lado del
espejo, o la costumbre del autor de enviar cartas en broma a sus
parientes y amigos, totalmente escritas al revés. Sus defectos,
sumados a su timidez, impidieron a Dodgson sentirse cómodo
relacionándose con personas de su edad, por lo que era muy amigo de
los niños, a quienes caía bien. Su niña favorita, la que más se
entusiasmaba con las historias extravagantes que solía contar, era
Alicia
Liddell,
la segunda hija del Decano de la Universidad de Oxford, a la que
Dodgson llegó a pedir en matrimonio (que el padre le negó). Esta
niña inspiró el cuento del país de las maravillas, que fue escrito
como regalo a ella por su cumpleaños, con ilustraciones del propio
autor, y con un titulo diferente: Alice´s
adventures underground
(Las aventuras subterráneas de Alicia).
Los personajes en las
aventuras de Alicia, son todos alcahuetes de reyes para los cuales
siquiera existen: se apuran en cumplir las exigencias de los
monarcas, sin importar cuán tontas sean, y se consideran
privilegiados por ello. Algo divertido, es la sugerencia del autor de
que las personas somos como las barajas. Por el frente somos todos
distintos, pero por la parte posterior… bueno, no es que seamos
iguales, pero no le damos tanta importancia; de hecho, se considera
un insulto dar la espalda a otra persona. También me gusta ese afán
de encontrarle una explicación diferente a todo, despreciando las
que se nos imponen como lógicas; como cuando Alicia encuentra flores
parlantes al otro lado del espejo, y estas le explican que ellas
hablan porque están plantadas en tierra dura, mientras que el resto
de las flores lo están en tierra suelta, la cual resulta tan cómoda,
que prefieren descansar a perder el tiempo hablando.
En definitiva, son
grandes libros. Los quise releer porque quiero empezar la saga de
Susurros,
de A.
G. Howard.
Esta habla de El
país de las maravillas
y está protagonizada por una descendienta de Alicia
Liddell,
así que promete.
¿Leyeron estos libros?
¿Qué opinan de ellos? Comenten y, si les gustó el post,
compártanlo. También pueden seguirme en Google+ o en Facebook. Los
botones están a la derecha. ¡Nos vemos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario