viernes, 15 de mayo de 2015

Una bruja entre tinieblas



Hola ¿Cómo están? Hoy les quiero compartir un fragmento de Una bruja entre tinieblas. Como saben, esta fue la primera novela que intenté escribir: acumulé más de cien mil palabras, pero apenas plasmé la mitad de las ideas que tenía en mente. La razón, es que no tenía mucha idea de lo que estaba haciendo. Escribía, escribía y escribía, pensando que la novela saldría sin más, pero obviamente me equivoqué. Por lo menos no estaba tan perdido como para no saber que un libro tenía que reescribirse, así que, a pesar de que el resultado es horroroso, no lo es tanto como podría.
El fragmento que les quiero compartir fue reescrito al menos una vez, y recuerdo que en aquel entonces me encantaba. La razón es simple: hay mucho dialogo y eso simplifica su lectura.
Para ponerlos en contexto, les explico de qué iba la historia hasta este punto:
Samantha es una chica de quince años que acaba de perder a sus padres en un desastre que mató a muchas personas en Londres, uno al que ella sobrevivió. Más tarde, ella supo que ese desastre lo había ocasionado un hechizo, y que este también tuvo que haberla asesinado. Pasan otras cosas antes, pero al final termina descubriendo que es una bruja, y se va a un castillo oculto que hay en Holanda, donde otros magos deciden cual habrá de ser su destino a partir de ahora. Como es menor, deciden darle una tutora, que es Nhiveane, quien desde entonces se encarga de enseñarle magia. Ahora, ellas están recorriendo el castillo para ir a visitar a un amigo.


En el extremo opuesto del puente se encontraron ante una puerta doble que daba a la torre más alta de las siete que tenían más próximas. La cruzaron y ascendieron, para fastidio de la joven pelirroja, por una larga escalera de caracol.
Alcanzaron así un rellano que daba a una puerta, en cuyo centro, una aldaba de hierro con la forma de la cabeza de un dragón, roncaba profundamente, emitiendo tras cada ronquido, un silbido que hizo escapar una risita a Samantha. Resultaba de lo más extraño e intrigante encontrarse con algo así.
Fafnir— dijo Nhiveane dirigiéndose a la aldaba, la cual continuó durmiendo como si nada—. ¡Fafnir! Soy yo, Nhiveane— no obtuvo respuesta—. ¡Despierta de una vez por todas, porquería! —grito golpeando con su puño cerrado la nariz de la aldaba dragón. Esta despertó de repente, soltando dos cortos ronquidos parecidos a los de un cerdo.
¿Qué sucede…?— preguntó con desconcierto—. ¿Quién se atreve a despertar de esta manera a Fafnir el dragón?
Deja de decir tonterías.
Hola Nhiveane: no te había visto— dijo Fafnir—. Y hola tú…eh… como-te-llames— agregó reparando en la presencia de la chica pelirroja.
Se llama Samantha— le corrigió Nhiveane—. ¿Podrías avisar que nosotras hemos llegado?
Nada de eso— se negó la aldaba—. Primero debes contarme algo interesante: un chiste, una adivinanza ¿o que tal una canción?
Por favor, Fafnir: no empieces otra vez con eso. Belfine nos espera a mí y a Samantha a las ocho en punto ¿Podrías avisarle de nuestra llegada de una vez?
— “¿Podrías avisarle de nuestra llegada de una vez?”— Repitió Fafnir con una voz finita que intentaba imitar la de Nhiveane—. Para ti es fácil decirlo: tú puedes moverte libremente y hablar con quien quieras; en cambio yo estoy siempre aquí, solo y aburrido…Cuéntame algo divertido ¿sí?
Que remedio…— susurró Nhiveane con cara de indignación. Hizo una pausa para pensar—. Está bien: te cantaré una canción
Excelente, siempre y cuando no la haya escuchado ya— dijo Fafnir sonriendo— ¿Cómo se titula?
Eh…—balbuceo la mujer, rompiéndose la cabeza—. Se llama “Namhías y el dragón”
Parece interesante: cántamela.
Bien— asintió la bruja. Cerró los ojos, respiró hondo y empezó:
El arroyo corría bajo el sol,
sentado en la orilla, Namhías pescaba,
no muy lejos estaba su hermana Marisol.
El pobre Namhías en nada pensaba,
Marisol bajo la acacia danzaba.

Un rugido y un movimiento en los arboles,
cuando Namhías reaccionó, su hermana no estaba.
¿Dónde te has ido niña, no seas malvada?”
gritó el muchacho: otro rugido se escuchaba.
Ayúdame Namhías” decía la niña desesperada,
un dragón entre sus garras se la llevaba.

Namhías corrió por el bosque,
ante él una montaña se alzaba.
Estaba desesperado, apenas sabía lo que hacía.
A través de las rocas el chico avanzaba,
Escuchaba los rugidos de la bestia y así los seguía.

Llegó a la entrada de una cueva,
dentro de esta, la bestia lo esperaba.
Namhías entró, su hermana le gritaba.
Ayúdame Namhías” repetía asustada.

La bestia rugía, sobre Namhías se lanzaba.
Un movimiento fluido, el chico así lo hechizaba,
La criatura golpeó una roca afilada.
Marisol hacia su hermano corrió.
Me has salvado, hermano querido”
Lo que dices es verdad: el dragón ha fallecido"
Nhiveane terminó de cantar y abrió los ojos.
¿Y bien?— preguntó— ¿Vas a hacer lo que te pedí?
La aldaba se limitó a mirar a la mujer y a la joven.
Esa canción no me gustó— dijo—. La acabas de inventar en este preciso momento, y además el tema me pareció horrible.
Pues refleja lo que siento en este momento, créeme.
Bien, pero no voy a avisar tu llegada…
Tienes que hacerlo: yo ya cumplí contigo— dijo la bruja.
No, esa canción no es válida— dijo Fafnir—. Debes cantarme una más bonita y que no la hayas inventado en el momento.
No lo haré.
¡Entonces vete y déjame dormir!
¿Por qué simplemente no tocas la puerta?— sugirió Samantha.
No podría aunque lo intentara— dijo Nhiveane—. Hay un hechizo que protege la puerta: la única forma en que ahí dentro sepan que hemos llegado, es que este pedazo de metal maldito se los avise.
¡Hey, ten cuidado en cómo te refieres a mí, paliducha!— soltó la aldaba— ¡Yo soy un dragón real de Islandia!
A mi modo de ver eres un egocéntrico pedazo de metal oxidado.
Entonces este pedazo de metal no avisará a nadie que tú y la mocosa han llegado.
¡Debes hacerlo porque si no le diré a Belfine que te arroje a un volcán!
Tus amenazas me hacen reír— dijo Fafnir en tono burlón—. ¿Cómo se supone que harás eso si no puedes entrar a su casa?
Le enviaré una carta— afirmó Nhiveane simplemente.
Eso me gustaría verlo— dijo la aldaba, desafiante.
Pues tal vez lo haga, adorno horrendo…
¡Niña quisquillosa!
¡Cara de desagüe!
¡Loca!
¡Avisa de mi llegada!— gritó Nhiveane, levantando el puño en forma amenazante.
¡No tengo el ánimo de hacerlo!
¡QUÉ LO HAGAS, TE DIGO!
Samantha, quien a gatas lograba contener la risa que le ocasionaba la pelea entre Nhiveane y la aldaba, notó que tras aquella puerta a la cual enfrentaban, llegaban ruidos de cadenas y llaves al girar en cerraduras. Para sorpresa de quienes discutían, la misma se abrió, mostrando a Belfine, quien les dedicó una sonrisa a la mujer y a la chica.
Buenas noches, parece que han llegado finalmente— dijo—. Espero que no hayan tenido problemas con Fafnir: mi querida aldaba se ha portado muy rebelde últimamente.
La aldaba puso una cara de susto terrible, y Nhiveane sonrió al ver que así era.
No hay ningún problema. Solo estaba aprovechando estar ante Fafnir para presentarle a Samantha— dijo, y la aldaba resopló aliviada.
Que bien— dijo Belfine mirando de reojo a Fafnir. Se apartó de la puerta—. Pero, por favor, pasen y acomódense junto a la estufa.
Gracias— dijo Nhiveane y franqueó el umbral seguida por Samantha, quien noto como le sonreía triunfante al llamador.

Hasta aquí el fragmento. A veces pienso que ese libro debería llamarse “Tour por un mundo mágico”, pues la trama se pierde constantemente entre descripciones de castillos o lugares mágicos. Quizá extraídos no estén tan mal. Hay otra etapa que me gusta mucho, que habla de un sitio llamado “Old Stores Drive”, que es una versión propia del Callejón Diagon de Harry Potter. No lo recuerdo bien, pero las aventuras de Samantha en ese lugar ocupan entre 40 y 50 páginas, y siquiera son tan importantes para la historia.
¿Qué les pareció? ¿Les gustaría leer más? Comenten y, si les gustó el post, compártanlo. También pueden seguirme en Google+ y en Facebook. Los botones están a la derecha. ¡Nos vemos!

3 comentarios:

  1. Me gusto, quiero massss!!!

    Un saludo....

    ResponderEliminar
  2. Me gusto, quiero massss!!!

    Un saludo....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. QUe bueno que te gustara. Aunque esta historia no tiene mucho sentido, y a pesar de que tiene muchs parecidos con harry potter, tiene bastantes detalles y pequeñas historias que no carecen de interés. Saludos!!!

      Eliminar