lunes, 27 de abril de 2015

Perdidos


 
Hola ¿Cómo están? Hoy les comparto el capítulo dieciséis de La princesa valiente, pero antes de que empiecen con la lectura quiero contarles que el viernes publiqué los capítulos iníciales de Sueño de abril, la primera novela que escribí de principio a fin. Si quieren leerlos y decirme su opinión, están invitados a ello. Solo deben tocar aquí.
Ahora sí, a los dejo con Madeleine.


16
Perdidos

Es inútil— gritó Nelson—. Hace horas que volamos en círculos. Hay que bajar y pensar un nuevo plan.
Vale— asentí. Seguí a James y a Nelson fuera de las nubes y me incliné hacia adelante cuando el grifo descendió entre las copas de los árboles. El lecho de hojas secas crujió bajo nuestro peso.
Esto es muy raro— dijo Lorena. Se bajó del grifo y me miró—. ¿Segura que no recuerdas como llegar?
Si vamos al sur, tenemos que toparnos con La Torre Aura— dije—. No hay misterio.
Es verdad— dijo James. Pero si tenemos que viajar al sur ¿Por qué íbamos hacia el este?
¿Hacia el este?— preguntó Nelson—. Pensé que íbamos hacia el norte.
Íbamos al sur— me defendí—. Se lo dije antes de partir, señor Nelson.
El anciano se rascó la cabeza.
No lo recuerdo— dijo.
Tenemos que encontrar el camino terrestre— dijo James—. Cuando fuimos a Dermorn para el torneo, cruzamos el bosque por un sendero bastante recto.
No creo que funcione— dijo Lorena—. No quise decirlo hasta estar segura, pero ahora no existen dudas. Los nombres de todos fueron borrados del registro de Dermorn, incluido el de Madeleine.
¿El mío?— pregunté—. Solo mi padre tiene facultad para tomar esa decisión.
Lo sé, pero no se me ocurre otra explicación para nuestro desconcierto.
¿Y qué hacemos? No podemos rendirnos tan fácil.
No decidiremos nada aquí parados— dijo James—. Ya casi anochece. Necesitamos tomar un descanso y evaluar la situación con más calma.
Estoy de acuerdo—dijo Lorena.
James se volvió al resto de la compañía y les ordenó montar un campamento. Después de una noche y un día viajando, ninguno puso objeción ante la posibilidad de un descanso.

Desperté en medio de la oscuridad. Me quedé quieta, escuchando los sonidos del bosque: el susurro de las hojas, el canto de los grillos, el ulular de una lechuza. Los escuché sin preguntarme donde me hallaba ni por qué.
Las preguntas regresaron como un puñetazo.
¿Por qué no encontraba Dermorn? ¿Y si papá me borró del registro? ¿Mi forma de actuar lo enojó hasta ese punto? ¿Cómo entraba Starivia en todo esto?
Necesitaba aire. Me abroché el cinturón con la espada y salí de la carpa, frotándome los brazos: hacía frío. Encima de los arboles, el cielo adquiría color. Caminé hacia el borde del campamento, buscando un sitio que me cobijara mientras iba al baño.
Señorita— me saludó Nelson. Forcé la vista y lo vi sentado frente a su carpa, con la espada en el regazo—. No se aleje demasiado.
Vale— me metí entre los árboles. Justo me pareció estar en el sitio indicado y levantaba mi vestido, cuando la voz de James salió desde las sombras.
¿No puedes dormir?— preguntó. Di un paso atrás, asustada, y caí sobre el trasero. James me ofreció una mano y la aferré.
¿Cuándo dejarás de ser tan inoportuno?
Lo siento, no quise asustarte— dijo—. ¿Qué haces en el bosque?
¿Qué estás haciendo tú?
Pienso…
¿En qué?
¿Por qué me hablas así?
Me crucé de brazos.
¿Por qué lo dices?
¿Y no me amas?
¿Otra vez empezaremos con lo mismo?— le di la espalda y empecé caminar hacia el campamento. James tiró de mi hombro y me obligó a dar la vuelta. Quedé con las manos poyadas en su pecho.
El otro día me besaste porque agradecías lo que hice por ti, y a los tres minutos me echaste de una patada…
No quiero que me protejas— dije. James me arrinconó contra el tronco de un árbol.
¿Y si solo quiero besarte?— su aliento me envolvió. Tensé los brazos, buscando aumentar la distancia entre nosotros.
¡Qué bonito!— exclamó una voz—. ¡Me partirán el corazón!
¿Quién demonios eres?— preguntó James.
Los arbustos se agitaron. La chica salió de su escondite y caminó hacia nosotros. Me separé de James.
Ámbarin…— susurré.
¡Que grata sorpresa!— dijo ella, poniendo una voz acaramelada que no se le daba bien—. ¡Si es la princesita perdida!
Desenvainé la espada.
¡No te acerques!— dije. La chica se paró en seco y su voz aulló en una carcajada.
¿Quién es?— preguntó James.
Es la princesa de Starivia— dije. Me volví a la chica—. ¿Qué haces en mitad del bosque?
¿Por qué me tratas así? Pensé que éramos amigas.
¡Responde la pregunta!
Vine a traerte una sorpresa— Ámbarin se llevó dos dedos a la boca y silbó.
Los arbustos se movieron. De entre las sombras, empezaron a surgir siluetas. Di un paso atrás y James también desenvainó su espada.
¿No te encanta?— la sonrisa de Ámbarin resaltó entre la luz grisácea—. Mi papá me dio una compañía de soldados para que cazara a cualquiera oculto en el bosque. Cuando sepa que hallé a la hija de Alexandre Deveraux, me dejará Camin Balduin para mi sola.
Una espada surgió de la oscuridad y James la detuvo. Las chispas iluminaron su rostro.
¡Corre!— gritó. Mis piernas flaquearon, pero obedecí. El dragón dorado de los Brendam surgía por todas partes, como salido de una pesadilla. Esquivé como pude los brazos que se estiraban para atraparme y me abrí paso a estocadas.
Una pared de armaduras se cerró en torno a mí.
¿A dónde vas?— preguntó uno de los guerreros.
No te tengo miedo— dije, levantando la espada entre nosotros.
¿No?— preguntó él. Lanzó una carcajada que se rompió en una nota desafinada. Para cuando entendí lo que pasó, el tercer guerrero caía con una flecha enterrada en la garganta.
¿Estás bien?— era una voz femenina. Volteé y vi a Bianca, con el arco y una flecha preparada.
¿Qué haces aquí?— pregunté.
¡Sígueme!— gritó. Corrimos juntas entre los árboles y los guerreros que continuaban apareciendo. Nelson llegó a nuestro encuentro, montado en un grifo. Otros dos grifos lo seguían.
¡Tiene que escapar, mi señora!— dijo. Clavó la espada en el pecho de un guerrero—. ¡Nosotros los detendremos!
No tuve tiempo de protestar. Una docena de guerreros a caballo llegó a nuestro costado y un mar de espadas nos separó. Alguien me tomó por el brazo y me levantó en el aire.
Una mano me cubrió la boca. Mientras luchaba por librarme, más caballeros llegaron a apoyar a la compañía de Ámbarin, y el temor por mi propio destino se sumó al temor por James y Lorena.
¡Por Castelbrick!— el grito se convirtió en un rugido que inundó el bosque. Banderas verdes y plateadas ondearon por doquier.
Una lanza emergió de la floresta y los brazos de mi captor perdieron su fuerza. Me deslicé entre las piernas del caballo y el mundo desapareció.


Gracias por leer. ¿Alguna vez se perdieron en algún sitio? Yo sí. Fue una tarde en que mi padre y mis hermanos fuimos de pesca a un arroyo que estaba en un monte, a pocos kilómetros de mi casa. Nos instalamos en una zona apartada, a la que nunca antes fuimos, y cuando quisimos regresar, no encontrábamos el camino de vuelta. Las ramas de los arboles estaban tan cerradas que apenas nos permitían ver el sol, y eso nos hizo caminar en círculos por cerca de una hora (Literalmente, como en las películas). El problema es que esa zona estaba cerrada entre pequeños arroyos, y había solo un sendero que salía de esta. Los arroyos se podían cruzar saltando, pero tenían corriente fuerte y mi padre temía que uno de mis hermanos, más pequeños que yo, no alcanzara la orilla opuesta y callera al agua. Al final, nos encontramos con un hombre que venía a pescar y nos indicó el camino de vuelta. A pesar del poco tiempo que estuvimos errando, empezaba a sentir miedo de que nos encontrara la noche en esa zona, lo cual habría sido una tragedia. No habría significado nuestra muerte permanecer ahí una noche, ni mucho menos, pero me figuro que no habría sido muy agradable.
Ok. Ya me extendí. Si les gustó el post, compártanlo. También pueden seguirme en Facebook y en Google+. Los botones están a la derecha. ¡Nos vemos!

2 comentarios:

  1. Termine los 16 capitulos, crei que tardaria toda la semana, pero solo fue una noche. Tu historia cobra vida en la mente de cualquiera, se siente esa emocion al leer una historia que cobra vida sola.. Hasta ahora el desenlace y la revelancion del conflicto dejan al lector con ganas de seguir leyendo,; al menos a mi. Si tienes el potencial de crear un libro puedes publicar en Bubok, ahora afamado por muchos y utilizado por muchos no publicados.

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    Respuestas
    1. Gracias por tu critica: la verdad es que me siento halagado. Te invito a seguir leyendo: publico un capitulo a la semana. Me gustaría qu fueran más, pero engo planeado pulicar una versión completa y mejorada en el futuro, así que no puedo.
      Gracias por comentar, saludos!!

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