Hola ¿Cómo están? Hoy
les comparto el capítulo dieciocho de La
princesa valiente.
Espero que les guste.
18
El
linaje perdido
Philip se sentó y empujó
el libro al centro de la mesa. En la cubierta de cuero no aparecía
un titulo, si no que tenía la imagen de un compás y una escuadra
estampadas en plata. Las hojas amarillentas crujieron cuando Lorena
pasó las páginas escritas e ilustradas a mano.
— Lo que dice este
libro no es nuevo para mí— dijo al cabo de unos minutos—. Aún
así, es curioso que tengas esta información de los Everin.
— El asedio de
Druimberslum acabó con todos sus secretos— dijo Philip.
— ¿Qué dice?—
pregunté, estirando el cuello para espiar.
— Habla de Osric Everin
y la construcción de La Torre Aura.
— ¿En serio? ¿Cómo
fue?
Lorena frunció el ceño.
— ¿Tu padre nunca te
lo contó?
Meneé la cabeza. James
estaba pálido.
— Esa historia causó
la cacería del linaje Everin— dijo.
— Así es—Lorena me
miró—. ¿Sabes cómo empezó la guerra entre Dermorn y Starivia?
— Fue por un romance
¿verdad?
— El romance entre
Lancebrick Deveraux y Elaina Desvanth: un príncipe de Dermorn y la
esposa del rey de Starivia. Como muestra de la amistad entre los
reinos, el príncipe Lancebrick se armó caballero al servicio el rey
Arthorius Brendam. Así fue como conoció a Elaina y la enamoró. Un
día, cansados de vivir su pasión en secreto, ellos escaparon a
Dermorn, donde el rey Galbrien, tío de Lancebrick, los cobijó.
— Luego el rey de
Starivia reunió un ejército e intentó invadir Dermorn a modo de
venganza, pero Galbrien lo aniquiló en la frontera— recordé. La
historia de la muerte del rey Arthorius era una de las favoritas de
mi padre. De pequeña, la oí muchas veces de sus labios.
“Cuando Galbrien
desenfundó la espada de Dermorn, el terror nació en el corazón de
sus enemigos— decía. En este punto, tomaba la espada y la
levantaba en alto, para que la luz refulgiera en el filo—. Esta
espada siempre defendió al reino de la maldad y ese día, ante los
Brendam, no fue menos…”
— Pero Galbrien no se
dejó cegar por la victoria— intervino Philip—. Supo que la
muerte de Arthorius significaba un golpe duro para el orgullo de los
Brendam, y que estos no descansarían hasta ver restaurado su honor.
— En aquel tiempo los
Brendam no conocían la manera de dominar a los dragones, al menos no
tanto como para su uso en combate, pero representaban un enemigo
poderoso, capaz de aniquilar Dermorn si la guerra se extendía por
mucho tiempo en sus terrenos— dijo Lorena—. Esta verdad, obligó
a Galbrien a buscar un modo de evitar la violencia o, en su defecto,
de garantizar la victoria en los futuros combates. Partió en busca
de Osric Everin, el mago más poderoso de su tiempo y le imploró por
un consejo.
— Entonces construyó
el escudo mágico— dije.
— Escudo mágico no
define en absoluto lo que Osric hizo con Dermorn. El termino sugiere
que el reino tiene una espacie de armadura protectora que impide el
paso a los enemigos, o que está bajo un hechizo que lo vuelve
invisible, pero la realidad es que el mago lo hizo desaparecer de la
quinta dimensión.
— ¿Quinta dimensión?
¿Qué significa?
— La quinta dimensión
es el nombre científico que tiene nuestro mundo. ¿Alguna vez te
preguntaste por qué la gente de Londres nunca oyó hablar de
Dermorn?
— Si, pero…
— En el mundo existen
cuatro dimensiones básicas: largo, ancho, altura y tiempo. Son
básicas porque las percibimos todos, y están aquí en este salón,
como en Londres o cualquier otro sitio del mundo. La quinta dimensión
es una que se le suma, y pasa desapercibida a todo aquel que no nació
bajo su influencia. De esta manera, un londinense podría navegar mil
años por el mediterráneo sin chocar con Castelbrick, porque es un
sitio influenciado por esa dimensión adicional.
— ¿Cuántas
dimensiones existen?
— Hay quien afirma que
son infinitas, pero nadie lo sabe con certeza— Lorena golpeó el
libro con el dedo índice—. Los Everin eran maestros aprovechando
el espacio y el tiempo. Construyeron los grandes castillos de
Starivia y Castelbrick, y diseñaron las máquinas más precisas para
medir el tiempo. Creían que el estudio de las dimensiones les
permitiría moldear el mundo a su antojo… pero ninguno llegó tan
lejos como Osric Everin.
— ¿Qué hizo?
— Osric Everin creó
una sexta dimensión en Dermorn y la contuvo entre las cuatro paredes
de La Torre Aura, una torre construida según sus especificaciones.
Ahora el reino se halla en su interior, y sus paredes delimitan cada
frontera. En la quinta dimensión, solo permanecen la parte más
septentrional del Bosque Misterioso y la Bahía Gris, al sur, donde
desemboca el río Mirror. La torre está fortificada y tiene cuatro
puertas, una hacia cada punto cardinal, que pueden cerrarse en caso
de un asedio, aunque nunca ha sucedido: es invisible para aquellos
que no gozan de la aprobación del rey.
Lorena dejó de hablar y
yo quedé de boca abierta. ¿Cómo viví tantos años en Dermorn sin
conocer esa historia? Seguro que la señora Grislund trató de
contármela y no se lo permití. Me sentí tan estúpida.
— ¿Crees que se puede
acabar con el hechizo?— pregunté.
— Si hay un secreto,
Osric se lo llevó a la tumba— dijo Lorena.
— ¿Y qué hay de sus
herederos? Seguro que Osric Everin le confió su secreto a algún
pariente.
— Quizás. Solo hay un
problema con ello…
— Los Brendam cazaron a
todo el linaje Everin— dijo James—. Los últimos murieron hace
más de diez años, en Walm.
— ¿Cómo lo sabes?—
pregunté. James apretó los labios y Philip se dio por aludido.
— La historia de Walm
es muy conocida— dijo—. Los Brendam no lo admiten, pero ocurrió
durante su guerra contra los Everin. Sus jinetes de dragón
aniquilaron el pueblo para asesinar a la última familia del linaje.
— ¿Qué tal si no
murieron? ¿Y si la información está escondida en alguna parte?
— Podría ser— dijo
Lorena—. Pero aun así, no sabemos dónde buscar.
— Podemos buscar pistas
en Walm.
— No sé…— mi tía
intercambió una mirada con Philip y volvió a hojear el libro—.
Tal vez hay otra manera…
— No— dijo James.
Todas las miradas fueron en su dirección—. Madeleine tiene razón.
No perdemos nada con investigar.
— Es peligroso— dijo
Philip—. Si alguien va, tiene que estar preparado para una batalla.
Darbious no está ajeno a esta historia y es probable que tenga
vigilantes en Walm.
— Entonces hay que ser
sigilosos— dijo James—. No puede viajar más de un puñado de
personas. Con los grifos, nos moveremos con rapidez.
— Ni piensen que me
quedaré en Castelbrick— dije.
— No permitiré que mi
sobrina se arriesgue— dijo Philip—. Eres un tesoro demasiado
valioso para los Brendam, la única Deveraux que no es su prisionera.
— Por eso tengo que ir,
tío. Esta es una tarea que un Deveraux debe hacer.
— Me temo que estoy de
acuerdo— dijo Lorena—. Si existe una manera de volver al reino,
es probable que necesitemos su asistencia. ¿Imaginas convencer a
alguien de ayudar a Dermorn cuando los propios Deveraux no hacen
nada?
Philip me miró. Aunque
su inteligencia lo hacía menos prejuicioso que la mayoría de los
hombres, nada quitaba que yo era mujer. Aún cuando a él le gustara
pasarlo por alto, lo precedían siglos de hombres y mujeres que
seguían roles bien definidos. Al final, apartó la vista y suspiró.
— Tienes razón—
dijo—. Les daré toda la ayuda que necesiten.
— No se preocupe por su
sobrina— James me miró—. Mientras viaje conmigo no le quitaré
un ojo de encima. Se lo prometo.
¿Qué les pareció el
capítulo? Comenten y, si les gustó el post, compártanlo. También
pueden seguirme en Google+ y en Facebook. Los botones están a la
derecha. ¡Nos vemos!
Se parece a Iliada.
ResponderEliminarSi, la verdad es que tiene cierto parecido, aunque en realidad la historia salió un poco de la leyenda del Rey Arturo.
EliminarEs que si uno no conoce esa historia, debate que es más la Iliada. Tienes que admitir que se parecen mucho, en el curso que va, el tema es identico.
EliminarEs cierto. Es que si lo pensas, todas las historias de los reinos o los paises tienen un trasfondo identico. En todos los paises tenems heroes perfectos y todas las guerras de independencia, por ejemplo, se supone que empiezan en busqueda de la libertad. En realidad, son excusas para ocultar la razón verdadera: las guerras son para obtener estos tres tesoros: tierras, dinero y poder. La guerra de Dermorn se lleva adelante por estos motivos, lo demás es circunstancial.
EliminarY en estos momentos cuantas novelas llevas escritas?
EliminarHe completado tres, aunque necesitan aun trabajo de reescritura. En la actualidad estoy pensando en la siguiente. Tengo varias ideas atractivas. Pensaba escribir una novela de romance, pero me parece que voy a escribir una de ciencia ficción, porque es la que veo más clara y no necesito estudiar nada, porque tengo bastante claros los temas que aborda. ¿QUe te parece el tema de las dimensiones que aborda el capitulo de hoy? ¿Lo entendiste? ¿Entendiste lo que es la torre aura?
EliminarEsta bien hecho y es entendible. Pero trata de no explicar la magia como una ciencia o se pierde la fantasia que uno busca leer. Admito que tambien lo hago mucho. Pero que yo sepa no funciona mucho explicar la magia, porque si se entendiera no sería magia. Pero a fuera de esté punto todo esta bien con la historia.
EliminarTrata de guardar el misterio. Ya que la duda y la suposicion que se hace el lector lo hace querer leer más, aunque bueno ahi hablariamos de los gustos y no saldre por eso, solo es una opinion. Pero el misterio de la fantasia y lo que no es como imposible o irreal la hacen así. Tu captas
EliminarEntiendo lo que dices. Sin embargo, no creo que esté mal mezclar fantasía y ciencia. EN los libros y en las peliculas, por ejemplo, hay veces que la diferencia entre una y otra cosa s dificil de ver. Fijate peliculas como Star Wars: se supone que son de ciencia ficción, pero cientificamnte hablando son un desatre. Rompen todas las leyes de la fisica. Yo las veo como una fantasía cientifica. También está la saga de la materia oscura, de Philip Pullman, una que quiero leer desde que vi la pelicula de La brujula dorada. En ella coquetean todo el tiempo la ciencia y la fantasía.
EliminarPienso que, tal como dices, la cosa va en gustos. Gracias por comentar, saludos!!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar